Anoche les conté está fábula a mis hijos y después estuvimos charlando un poco sobre su significado con algún ejemplo que ellos pudieran entender. La verdad es que los niños muchas veces se comportan como el burro y nosotros, por no escucharlos, como el hada.
Todos los días, el burro del hortelano se levantaba al amanecer. Mientras su dueño le ponía las alforjas, él no paraba de protestar.