No hay motivo de alarma, simplemente esta semana pasada teníamos cita para la revisión correspondiente al programa de salud bucodental infantil que tiene la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía para niños de 6 a 15 años.
Por suerte, al lado de casa tenemos una dentista fantástica, que además es un encanto con los niños y que ya los ha visto anteriormente, así que dando un breve paseo andando nos hemos plantado en la consulta los 4, aunque la revisión, por edad, sólo corresponde a Guille y Nico.
Mientras estamos en la sala de espera cada uno se ha cogido un folleto para entretenerse, Guille uno sobre higiene bucal y ha leído que es la caries, como se forma, como cepillarse los dientes y que la cantidad de pasta necesaria debe ser de tamaño como un guisante, que hay que ir al dentista al menos una vez al año... Nico e Irene varios de publicidad que han ido ojeando, aun así, no hay forma de que se queden tranquilos sentadidos, y se han recorrido todas y cada una de las sillas de la sala mientras esperábamos.
Cuando nos ha tocado hemos pasado a la consulta y Guillermo inmediatamente se ha sentado en el sillón, al poco la dentista ha entrado, estaba terminando de atender a otro paciente, y se ha puesto a examinarlo, todos los dientes bien, le están empezando a salir las muelas que dentro de poco empezarán a causarle un poco de dolor, pero él tan contento, mientras sus hermanos observaban.
Guille se levanta del sillón y le toca el turno a Nico, que pese a que ha visto a su hermano y que no le han hecho nada, se retrae un poco y hay que "empujarle" para que vaya al sillón a sentarse, a Nico sólo se le ha caido un diente hasta el momento, por lo que tiene prácticamente todos los dientes de leche aun, todo bien, ni una caries, -se nota que se lavan los dientes- me comenta.
Ya ya que estábamos, la dentista, que insisto en que tiene muy buena mano con los niños, ha querido ver a Irene también, pero esta se ha negado en rotundo, por supuesto de sentarse en el sillón nada, ni por un regalito, ni por nada dejaba que le mirase los dientes, apretando los labios. Finalmente con un poco de charla y distancia a accedido a sonrerir y a abrir un poco la boca para que la pudiera ver desde lejos, -unos dientes preciosos, Irene- le dice.
Antes de irnos les ha regalado un pequeño dentífrico y botecito de enjuague bucal para cada uno y tan contentos de vuelta a casa, hasta dentro de seis meses que volveremos otra vez.
Por suerte, al lado de casa tenemos una dentista fantástica, que además es un encanto con los niños y que ya los ha visto anteriormente, así que dando un breve paseo andando nos hemos plantado en la consulta los 4, aunque la revisión, por edad, sólo corresponde a Guille y Nico.
Mientras estamos en la sala de espera cada uno se ha cogido un folleto para entretenerse, Guille uno sobre higiene bucal y ha leído que es la caries, como se forma, como cepillarse los dientes y que la cantidad de pasta necesaria debe ser de tamaño como un guisante, que hay que ir al dentista al menos una vez al año... Nico e Irene varios de publicidad que han ido ojeando, aun así, no hay forma de que se queden tranquilos sentadidos, y se han recorrido todas y cada una de las sillas de la sala mientras esperábamos.
Guille se levanta del sillón y le toca el turno a Nico, que pese a que ha visto a su hermano y que no le han hecho nada, se retrae un poco y hay que "empujarle" para que vaya al sillón a sentarse, a Nico sólo se le ha caido un diente hasta el momento, por lo que tiene prácticamente todos los dientes de leche aun, todo bien, ni una caries, -se nota que se lavan los dientes- me comenta.
Ya ya que estábamos, la dentista, que insisto en que tiene muy buena mano con los niños, ha querido ver a Irene también, pero esta se ha negado en rotundo, por supuesto de sentarse en el sillón nada, ni por un regalito, ni por nada dejaba que le mirase los dientes, apretando los labios. Finalmente con un poco de charla y distancia a accedido a sonrerir y a abrir un poco la boca para que la pudiera ver desde lejos, -unos dientes preciosos, Irene- le dice.
Antes de irnos les ha regalado un pequeño dentífrico y botecito de enjuague bucal para cada uno y tan contentos de vuelta a casa, hasta dentro de seis meses que volveremos otra vez.
Es importante enseñar a nuestros hijos a tener una correcta higiene dental, eso ayudará a mantener unos dientes sanos y limpios.
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