martes, 12 de junio de 2012

En la piscina

La entrada oficial del verano y la llegada de las vacaciones del colegio se aproximan, por cierto algo de lo que también quiero escribir en los próximos días. A lo que iba, ya empezamos a sentir, para disfurtar o sufrir dependiendo de cada uno, los intensos rayos de sol y el calor.

Nosotros vivimos en Andalucía, concretamente en una población de la provincia de Sevilla, por lo que aquí, llegada esta época, el termómetro durante el día suele sobrepasar los 35º, de ahí que sea necesario tener una alternativa para que los niños puedan jugar al aire libre y no tenerlos en casa toda la tarde con el aire acondicionado.

Por suerte nuestra urbanización cuenta con piscina comunitaria y podemos apaciguar esos calores, principalmente los niños, pasando la mayoría de las tardes zambullidos en el agua.

Este fin de semana pasado, el jueves concretamente, ya comenzó la temporada de piscina, que se mantendrá abierta hasta mediados de septiembre, por lo que mis hijos han cambiado el pedaleo de las bicis y las patadas a la pelota por los chapuzones y juegos en el agua.

Nicolás y Guillermo se defienden perfectamente, sin llegar a ser expertos nadadores, aunque Guille sí nada un poco a crol, pero lo hacen lo suficientemente bien como para que no tenga que estar todo el tiempo pendiente de ellos y pueda sentarme a leer un libro o charlar con los vecinos. El peligro es la pequeña, que no sabe nadar y es bastante loquita, con ésta sí que hay que estar pendiente, ya el primer día, el jueves, le dio un susto a la madre.

Un reto más para este verano, conseguir que Irene aprenda a nadar, al menos lo suficiente como para que si se tira o cae a la piscina sin "los manguitos", pueda salir a flote y llegar hasta el bordillo, y de camino poder estar algo más tranquilo. Ya iré contando mi evolución como monitor de natación.

Con la novedad de la apertura, el fin de semana ha sido piscina por la mañana y piscina por la tarde, con un receso a mediodía para comer y descansar un poco durante las horas de más calor, aunque, pese a que se levantan muy temprano también los fines de semana, no hay quien los haga dormir siesta, así que se han puesto a ver una película o jugar.

A partir de ahora cambiamos la rutina y todas las tardes, hasta que termine el colegio y se vayan de vacaciones a la playa, será tardes en la piscina.

1 comentario:

  1. Hay que ir con mucho cuidado con las piscinas comunitarias, ya que requieren mayor mantenimiento y cuidado, por la alta afluencia que generalmente tienen

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