Siempre he sido de la opinión que es mejor premiar que castigar. Aunque es necesario corregir las malas acciones de tus hijos, creo que no debe uno alterarse en exceso ni imponer castigos, sólo hacerle ver que lo que ha hecho está mal, siempre dependiendo de la gravedad claro está, y premiar, no necesariamente con regalos materiales, las buenas acciones, cuando hacen las cosas bien, se portan bien...
Mis circunstancias son difíciles, con tres niños pequeños, el trabajo, la casa... en ocasiones genera estrés que puede hacer que me altere con más facilidad, que les riña más de lo normal o que levante la voz, de ahí que intente crear fórmulas, a base de juegos, para intentar motivarles y evitar el mal momento de tener que enfadarme.
Como ya comenté en un post anterior, mis hijos realizan bastantes tareas y colaboran mucho, pero el peor momento del día es la mañana, ya que ahí vamos contrareloj para llegar al colegio a tiempo. Para ellos la rutina es despertarse, vestirse, hacer su cama, lavarse la cara, meter el desayuno en la mochila... y yo también tengo la mía, prepararles la ropa y el desayuno, hacer mi cama, ducharme, dejar la casa recogida... y no es cuestión de levantarse antes o después, es que cada día toca que uno está más perezoso o revoltoso, con lo cual tengo que ponerme con él a intentar convencerle o motivarle para que hagas sus cosas a tiempo... pero no resulta fácil y en más ocasiones de las que me gustaría me termino enfadando.
¿Qué se me ha ocurrido? Crear el Rey del día, el primero/a que por la mañana termine sus tareas y esté listo para irse al colegio será el Rey del día, ese podrá elegir que quiere merendar, a que jugamos, que dibujos o película vemos, que cuento leemos antes de dormir...
Claro que son 3, y a los otros también hay que motivarlos. Pues el segundo o segunda será el Príncipe o Princesa, que también tendrá sus privilegios como es normal, pero eso es ya una gracia real, así que el Rey es quien decide cual de sus privilegios le cede al heredero/a.
Y el tercero, que no el último, si consigue terminar a tiempo, antes de la hora de salida para el colegio, pues lo nombramos Caballero de la corte del rey, así todo el que haga sus quehaceres a tiempo es premiado de alguna u otra forma.
Todo esto además conlleva una divertida preparación, ponerte con ellos a hacer las coronas del rey y el príncipe, la espada del caballero (de cartón a ser posible para no causar daño), escribir las normas... en lo que ellos deben implicarse para que les haga más ilusión participar.
No obstante, siempre está el día en el que uno de ellos ni de buenas, ni con juegos, ni con nada...
La imagen utilizada para ilustrar el post es de Macius, el pequeño gran rey, una serie animada de televisión de 2002-2003. En ella se narran las aventuras de Matías, un niño de nueve años que ante la repentina muerte de su padre deberá hacerse cargo de su reino él solito. Tendrá en sus manos el poder cambiar las cosas que no le gustan. Su enemigo, el General, intentará impedir que sea un buen rey, pero Macius contará con unos buenos amigos que le ayudarán a superar todas sus dificultades.
Es una serie didáctica ya que enseña a los niños a adquirir responsabilidades, resolver problemas y trabajar en equipo
Fuente: Cine en las aulas
Mis circunstancias son difíciles, con tres niños pequeños, el trabajo, la casa... en ocasiones genera estrés que puede hacer que me altere con más facilidad, que les riña más de lo normal o que levante la voz, de ahí que intente crear fórmulas, a base de juegos, para intentar motivarles y evitar el mal momento de tener que enfadarme.
Como ya comenté en un post anterior, mis hijos realizan bastantes tareas y colaboran mucho, pero el peor momento del día es la mañana, ya que ahí vamos contrareloj para llegar al colegio a tiempo. Para ellos la rutina es despertarse, vestirse, hacer su cama, lavarse la cara, meter el desayuno en la mochila... y yo también tengo la mía, prepararles la ropa y el desayuno, hacer mi cama, ducharme, dejar la casa recogida... y no es cuestión de levantarse antes o después, es que cada día toca que uno está más perezoso o revoltoso, con lo cual tengo que ponerme con él a intentar convencerle o motivarle para que hagas sus cosas a tiempo... pero no resulta fácil y en más ocasiones de las que me gustaría me termino enfadando.
Claro que son 3, y a los otros también hay que motivarlos. Pues el segundo o segunda será el Príncipe o Princesa, que también tendrá sus privilegios como es normal, pero eso es ya una gracia real, así que el Rey es quien decide cual de sus privilegios le cede al heredero/a.
Y el tercero, que no el último, si consigue terminar a tiempo, antes de la hora de salida para el colegio, pues lo nombramos Caballero de la corte del rey, así todo el que haga sus quehaceres a tiempo es premiado de alguna u otra forma.
Todo esto además conlleva una divertida preparación, ponerte con ellos a hacer las coronas del rey y el príncipe, la espada del caballero (de cartón a ser posible para no causar daño), escribir las normas... en lo que ellos deben implicarse para que les haga más ilusión participar.
No obstante, siempre está el día en el que uno de ellos ni de buenas, ni con juegos, ni con nada...
La imagen utilizada para ilustrar el post es de Macius, el pequeño gran rey, una serie animada de televisión de 2002-2003. En ella se narran las aventuras de Matías, un niño de nueve años que ante la repentina muerte de su padre deberá hacerse cargo de su reino él solito. Tendrá en sus manos el poder cambiar las cosas que no le gustan. Su enemigo, el General, intentará impedir que sea un buen rey, pero Macius contará con unos buenos amigos que le ayudarán a superar todas sus dificultades.
Es una serie didáctica ya que enseña a los niños a adquirir responsabilidades, resolver problemas y trabajar en equipo
Siempre se ha dicho, "el que hace cosas buenas, recibe cosas buenas!"
ResponderEliminarHoy hemos tenido un Rey "G", un príncipe "N" y una... bella doncella "I", no la veo yo mucho de "caballera" vestida de rosa con una espada en la mano. Y hemos salido hasta con tiempo :-)
ResponderEliminarHola amigos, mi nombre es Xosé Markel, soy de la ciudad de México, estoy aquí para dar las buenas noticias a los necesitados.
ResponderEliminarEstaba deprimido cuando mi esposa me dejó por otro hombre porque me pidieron que dejara de trabajar porque tenía cáncer y me quebré. Se llevó a mi única hija, así que mi única opción era morir. Traté de llamarla, pero me ignoró, le envié mensajes de texto y de repente respondió y me dijo que no la llamara ni le enviara mensajes de texto, así que un día me puse en contacto con un amigo mío en Facebook y le expliqué todo y él también me dijo que tenía los mismos problemas antes y me presentó a un lanzador de hechizos llamado Doctor osagiede, me envió su correo electrónico personal, lo contacté y me respondió rápidamente, le expliqué mi problemas para él y me dijo que no me preocupara de haber hecho eso para tanta gente, soy un hombre que nunca creyó en el hechizo, pero que decidí intentarlo, me aseguró 24 horas para lanzar el hechizo y también curarme el cáncer y conseguirme un mejor trabajo y de repente me envió los medicamentos para mi enfermedad. Lo tomé por solo 2 días y estaba libre. Nunca creí mis ojos al día siguiente, alguien llamó a mi puerta y no esperaba a nadie ese día. de repente fue mi esposa, ella rompió a llorar y no pude soportar ella me suplicó y me pidió perdón de inmediato. Recibí una llamada de mi compañía donde había trabajado durante años. Fui promovida como gerente de la compañía Paragon en EE. UU., por favor ayúdenme a agradecer al doctor osagiede por restaurar todo lo que he perdido antes, por favor. aconsejará a cualquiera que necesite ayuda para comunicarse con el doctor osagiede a través de su correo electrónico personal en doctorosagiede75@gmail.com o whatsapp al +2349014523836 gracias que Dios bendiga a los que se toman el tiempo para leer este testimonio.