El gusano de seda y la araña

Se veía la lluvia caer a través de los grandes ventanales de los escaparates, mientras mis hijos, con su amiga Paula y otros cuantos niños más que se habían acercado para participar en el cuentacuentos, estaban coloreando y decorando cada uno su araña y su gusano de seda.

Ayer viernes, comenzando las vacaciones de Semana Santa, con el cielo gris y la amenaza de lluvia, la tarde invitaba a realizar otro tipo de actividades, por lo que nos fuimos a ver el cuentacuentos que hay los viernes por la tarde en una librería de Sevilla. Antes de comenzar con la narración, "la princesa" repartió entre los niños hojas con dibujos de gusanos y arañas para que cada uno elaborara los personajes de esta fábula de Tomás de Iriarte en la que basaba la historia que posteriormente les contó.

Día de notas en el cole

El martes fue día de recogida notas, de clase en clase, de profesora en profesora, son profesoras las tutoras de los tres, hicimos la ruta por todo el colegio durante parte de la tarde.

Era la primera evaluación tras la separación, y aunque convencido de que no iban a tener malas notas, tenía la intranquilidad de que alguna de las profesoras comentara que había notado cambios en el comportamiento o rendimiento de cualquiera de ellos.

Y cuando te dicen que las notas son excelentes, que son niños muy buenos y muy listos, que están muy contentas con ellos y que no han notado ningún cambio negativo en su actitud, sino más bien al contrario, tienen menos "rabietas" y se les ve alegres, más responsables, colaboradores en clase, cariñosos, pendientes unos de otros... no puedes evitar emocionarte y sentirte orgulloso de tener unos hijos así.

Mi cambio de hora

El cambio de hora entiendo que supone un gran ahorro energético en general, por aquello de adaptar las horas de sol al horario laboral, pero, hasta ahora, a mí sólo me está suponiendo un gasto extra de energía (personal) para poder adaptar a mis hijos.

Apenas llevamos un par de días, y es cierto que el domingo por la mañana no nos afectó, tan sólo a mí que no sabía a que hora tenía que ponerme el despertador para ver la Formula 1. Ellos se fueron levantando a su libre albedrío y poco a poco nos pusimos en marcha, estando antes de las 12 (con la hora cambiada) vestidos de domingo y en la calle. El día transcurrió con normalidad, incluso cenaron bien pese a ser una hora antes, pero el problema vino en el momento de irse a la cama. Intenté calmarlos, les conté un cuento como de costumbre y después les pedí que se mantuvieran en silencio cada uno en su cama leyendo un poquito, pero nada, les oía hablar, jugar, reirse... y así estuvieron un buen rato, hasta que al final, ya con la las lamparitas apagadas, fueron cayendo poco a poco.

Cómo contar cuentos antes de dormir

Hoy quiero haceros partícipes de lo que escribe Pedro Pablo Sacristán en su web Cuentos para dormir, que tanto recomiendo, acerca de cómo contar cuentos antes de dormir, ya que me siento muy identificado con lo que dice y la forma en la que yo les cuento los cuentos a mis hijos ahora, ya que tengo que reconocer que no siempre fue un momento tan especial.

La ilusión que ellos tienen en que le cuentes un cuento cuando están en la cama, el hecho de que me lo pidan como condición sine qua non para dormirse, y que yo además disfrute haciéndolo, viviendo la historia del cuento, metiéndome en los personajes... es algo maravilloso que comparto con ellos cada día.

Familia musical

No sabía yo que tenía a los niños cantores de Viena por hijos. Ya había comentado en algún post anterior que mi hija Irene es muy cantarina, está todo el día cantando y tiene una gran capacidad para inventarse canciones, con música incluida. Ayer mismo cantaba algo así como "la vaca hace muuuu", y le pregunté "¿Irene esa canción es del cole?" y me dice "no, me la he inventado".

La cuestión es que llevamos un par de semanas muy activas, musicalmente hablando. Hay que ver lo que puede dar de sí una película, ¿cuál? la de Los Muppets, esa que fuímos a ver al cine hace ya como un mes y de la que están extrayendo innumerables escenas para adornar nuestro día a día. Lo mejor es que se saben todas las canciones, cierto es que las han visto en el ordenador varias veces después, y esas son las que están acompañándonos muchos días por la mañana.

Una de Michael Jackson

En la fiesta de fin de curso del año pasado, la clase de Guillermo de 1º de primaria, realizó una actuación con la canción "El baile del cuadrado"*, que no se si conoceréis, pero yo hasta ese día, o para ser sincero, hasta los días previos que Guille la cantaba ensayando, no la había oído nunca.

La canción, que como podréis haber deducido por el título, se desarrolla "bailando" en un espacio cuadrado delimitado en el suelo, va indicando diferentes movimientos que debes realizar en tu cuadrado, y entre ellos, una estrofa dice "Michael Jackson en el cuadrado, Michael Jackson en el cuadrado", donde se supone que debes imitar sus pasos de baile, esos que hacía andando para atrás sin levantar los pies; como en aquella otra fantástica canción del "Crusaito" (Baila el chiki-chiki), que llegó a representarnos en Eurovisión.

Día del padre

Ayer, mientras pensaba que escribir en un día como el de hoy, alguien con quien lo comentaba me preguntó: "¿Qué sentiste al ser padre?".

Por mi cabeza pasó como un flashback toda la secuencia de acontecimientos, desde el emotivo momento, más aun por tratarse de nuestro primer aniversario, en que supe por primera vez que iba a ser padre, todo el periodo del embarazo con su evolución y los cambios que provoca, las revisiones ginecológicas que intenté no perderme ninguna, la primera ecografía que envié a mi familia y amigos por mail, las clases de preparación al parto, los libros y revistas que leímos, la preparación de todas las cosas para el bebé... y cada minuto de aquel día tan especial, desde que salimos hacia la clínica, por si acaso, para quedarnos tranquilos, porque tenía algunas molestias y no sabía muy bien lo que eran; la confirmación de que estaba de parto, aunque empezando; el tiempo de espera en la habitación con los nervios normales de cualquier padre primerizo; el dolor de las contracciones reflejado en su rostro y la impotencia de no poder hacer nada; los minutos, que parecieron horas, esperando en la puerta de la sala de partos a que me llamasen para entrar; su carita al verme a su lado y, cogidos de la mano, dar el último empujón para traer al mundo a nuestro hijo.

Crónica deportiva

En un día gris y algo desapacible como el de ayer, después de los días primaverales que hemos tenido durante la semana, se celebró en nuestra ciudad la XXXI Carrera Escolar.

Este evento deportivo que organiza el Patronato Municipal de Deportes convoca cada año por estas fechas a cientos de niños de 4 a 12 años en el Estadio Municipal "Manuel Utrilla".

¿Buena fotógrafa?

Últimamente voy con la cámara a todas partes cuando estoy con mis hijos, prueba de ello son las fotos que voy publicando aquí en el blog y en mi página de Facebook.

De los 3, la pequeña es la que actualmente muestra más interés por la cámara y me la pide siempre que me ve con ella para hacer fotos, o mejor dicho para hacerme fotos, porque suelo ser el único foco de su objetivo, será que tiene complejo de Electra.

La nieve

Anoche volví a buscar entre los libros y cuentos de la estantería cual contarle a mis hijos. En la balda más alta, casi el último, en el rincón, como desahuciado, encontré un viejo libro, seguramente heredado de sus primos mayores, con el título "Un cuento para cada día", y busqué el correspondiente al 12 de marzo.

Aunque la redacción del mismo no me convencía mucho, se nota que es una edición antigua (1978), la historia sí me gustaba, y por ese motivo se lo conté a la hora de dormir, aunque adaptando sobre la marcha alguna frase para que lo pudieran entender mejor.

La lluvia y el viento golpeaban los cristales de la ventana y la niña no podía dormir. La abuelita, suavemente, le contó una historia de nieve.

Hoy hacemos Pizza-Peli

Hace ya tiempo, antes de separarnos, creamos un evento familiar para compartir todos juntos durante el fin de semana e intentar mantenerlo como tradición, algo que sigo realizando cuando mis hijos están conmigo.

Debemos ser conscientes que nuestros hijos crecerán y antes de que nos demos cuenta harán su vida de forma independiente, y lo que ahora son momentos en los que puedes preferir estar tranquilo y que no te molesten, dentro de no mucho tiempo querremos que los compartan con nosotros y, entonces, ellos preferirán hacer otra cosa o estar con sus amigos. Está en nosotros el que eso no ocurra, en los lazos que vayamos creando y en las actividades que compartamos con nuestros hijos, también en la relación que mantengamos con sus amistades.

El tesoro de Madi

Cada día me gusta más Cuentos para dormir, por tener infinidad de cuentos que transmiten valores a nuestros hijos y ayudan en su educación. Últimamente he dejado un poco de lado los cuentos de los libros de papel y prácticamente sólo les cuento los de esta web, que vuelvo a recomendar.

Incluso los fines de semana que están con su madre, suelo llamarles para contarles un cuento a la hora de dormir, y si no voy a estar en casa me lo llevo impreso, disfruto tanto que no me importa que la gente se me quede mirando por la calle mientras estoy narrando el cuento completamente metido en el papel.

Este es el cuento que les conté anoche, que trata sobre la alegría.

Madi era una medusa curiosa que durante uno de sus paseos por el fondo del mar descubrió una cueva muy escondida, en cuyo interior había un cofre brillante y misterioso. A su lado, un cartel decía "no podrás llevar joyas más valiosas". Aunque el cofre era pesadísimo, Madi lo llevó a su casa, convencida de haber encontrado un gran tesoro.

El futuro es lo importante

Ayer leí esta frase en el muro de una amiga y casi que la he convertido en mi lema

...el camino que tienes por delante
es más importante que el que dejas atrás...

Sobre eso he estado reflexionando, pensando que tengo tres pequeños tesoros con los que compartir muchas cosas, ayudarles a ser personas (de provecho), educarlos de la mejor forma posible, compartir sus alegrías, sus progresos, sus éxitos... estar a su lado y apoyarlos en todo lo que necesiten, ser su padre... y su amigo.

¿Hablamos de algo?

Hacía tiempo ya que no surgía esta propuesta durante una cena o comida, anoche Nicolás volvió a plantearla "¿Papá, hablamos de algo?", y es que a veces nuestras comidas son muy ilustradas.

Sentados en la mesa, bien ellos solos mientras yo hago otras cosas en la cocina, o todos juntos, como cuando comemos los fines de semana, ya que entre semana comen en el comedor del colegio, proponen que conversemos sobre algún tema, algo que algunas veces temo, pues parece que por el mero hecho de ser padre debes saber de todo como si fueses una enciclopedia, pero respondo "¿de qué queréis que hablemos?".

Método Bouquet

Hoy quiero compartir esta noticia que me ha llamado especialmente la atención por la capacidad inventiva y de adaptación para trasladar, con las herramientas que atraen a los niños, un mensaje "tradicional". Sólo por eso merece la pena participar. ¿Jugamos?

Consigue que tus niños coman más frutas y verduras de forma divertida. Sigue durante 28 días los retos y juegos que miles de familias ya han probado con éxito!